ADONIS VIKINGO 2

He conocido a alguien…

Buenos días mis amores. No descansé en toda la noche por esa primera parte del artículo que colgué anoche. Me dormí teniendo en mente un… cómo podría decirlo… un molesto fantasma que se me ha metido hasta la médula espinal y se ha fusionado con mi ADN. Y desde entonces no me deja. Es sólo culpa mía. Culpa mía y de nadie más: ¿Pero cómo se me ocurre poner los ojos en una montaña tan alta…??? Vamos, nunca mejor dicho… I’m not having a crush, i’m having the biggest crash ever… No entiendo ni sé muy bien en lo que pensaba. Lo único que sé es que cuando entró en esa dichosa habitación, empezó mi martirio. Buenooo… Sí, lo reconozco, soy una cobardica… La primera noche que pasaron allí.

Ella llegó rabiando de dolor, pobrecita. Y estuvo toda la noche sin dormir por eso. No quiso comer porque no tenía hambre. Y está hecha un fideo… Y una graciosa frase que soltó:

-Que no tengo hambre hijo, jolín…

-Ni jolín ni jolán mama, tienes que comer…

Aaayy, me partí y me mondí… Lo siguiente: Flipé pepinillos con los pies del adonis. Esa noche, hablaba con J. que vino a pasar la noche conmigo. Y no me acuerdo muy bien de lo que miraba, ni por qué razón lo hacía. Pero en eso estoy, que me llama poderosamente la atención su superficie plantar… ¡Madre de Dios, qué fenómeno!!!!!! No me lo podía creer… Calza… en concordancia con sus dos metros y con su enorme… Huge body… Al día siguiente, muerta de curiosidad, le pregunté a Maripili si me podía decir cuánto calzaba: Un 48 y medio, madreeee!!!!!!!!

¿De qué se alimentó para inflarse tanto en lo alto como en lo ancho??? Me gustaría saberlo… Porque yo como como una lima, y no tengo ni idea de adónde se mete todo eso que ingiero… Estoy cada día más delgada. ¿Será que vivió en los tiempos de Moisés y probó el maná del cielo, por eso es que está que se rompe de bueno??? 

Y después de enterarme de los traumas que el pobrecito lleva a cuestas, francamente; no sé ni cómo está de pie… Perdió al amor de su vida en circunstancias trágicas. Se llamaba Patricia. Perdí al amor de mi vida de la manera más brutal… Se llama Patrick. Se llama… porque está vivito y coleando. y me pregunto:¿qué es peor? Perder a tu amor, tu  compañera, tu media naranja de la manera más traumática… o perderlo a sabiendas de que sigue vivo… pero muy lejos de ti; y que en la vida estaréis juntos… Francamente, ¿qué es lo peor???

Decidme lectores, en vuestra opinión:¿qué es peor?

Se despide con cariño, Marlo.

Scroll al inicio